Diseñamos en caliente, para trabajar en frío.
Trabajar dentro de un congelador gigante a -25ºC, eso es lo que muchas personas realizan cada día en su jornada laboral. Los almacenes frigoríficos tienen unas instalaciones de frío industrial dimensionadas para mantener temperaturas siberianas dentro del recinto muy por debajo de 0ºC durante todas las épocas del año. Esta temperatura necesita una baja humedad para evitar la formación de hielo y es ahí donde los pequeños detalles cobran vital importancia en obras, a veces gigantescas, donde se alberga una gran cantidad de mercancía ultracongelada.
En Càrdinal Tècnics sabemos que de esos detalles depende el éxito del buen trabajo global de la instalación, y desde los +25ºC de temperatura ambiente de nuestro despacho, queremos mostraros algunos de ellos.
Estamos en el día más frío de un crudo invierno y fuera hace más calor que dentro, por lo que es primer paso será dimensionar el espesor de los paneles que nos aislarán del calor exterior. Para ello solemos usar paneles de poliisocianurato (PIR) tipo sandwich machiembrados, con un mejor comportamiento al fuego que los de poliuretano (PUR), y que con espesores de 175mm. 200mm nos permiten conseguir mantener estas temperaturas. Como se puede ver, con 20 cm de pared conseguimos un aislamiento muy eficiente.
Evitando humedades
No queremos vapor de agua en el aire, no queremos humedad. Las uniones entre paredes y suelo, paredes y techo y las propias entre ellas se realizan mediante juntas inyectadas de espuma y cerradas por remates metálicos. En el remate correspondiente a la parte más caliente de la junta es importante instalar una membrana plástica para evitar entrada de humedad. En las puertas frigoríficas correderas que a través del SAS nos llevan a la sala anexa, ya sea al muelle de expedición, una sala de empaquetado o similares, necesitarán una resistencia en la losa de rodadura, que al igual que la habrá en la losa de cimentación calentará el hormigón para evitar la formación de hielo.
Para la entrada en régimen de frío, según indique el departamento de ingeniería, se deben realizar bajadas de temperatura de manera escalonada en el tiempo para poder mantener la estabilidad del conjunto ya que se crearán diferenciales de presión muy acusados entre el interior y el exterior. Para compensar estos diferenciales nos ayudarán las válvulas equilibradoras de presión que también habrán de preveerse.
El efecto Coanda
La instalación de frío industrial suele ser de tipo partida, con los evaporadores dentro de la cámara a enfriar y la parte del compresor-condensador en una zona del exterior. Los gases o líquidos refrigerantes circularán por tuberías aisladas lo que supone que la zona exterior de condensadores pueda estar lo más cerca posible de los evaporadores para mayor eficiencia del conjunto. Para que el aire frío nos llegue a barrer todo el volumen de la cámara frigorífica, los evaporadores se colocarán lo más pegados al techo para ayudarnos del efecto Coanda (1) y conseguir que el dardo del aire alcance la mayor longitud posible. Un buen detalle es no instalar estanterías hasta el techo justo en la frontal de las salidas de aire.
- El Efecto Coanda se puede definir formalmente como la tendencia de un fluido a adherirse y a seguir el contorno convexo de un cuerpo adyacente. El nombre es en honor a Henri Coandă, ingeniero rumano, quien lo descubrió en 1930. Aunque al parecer cien años antes Thomas Young ya lo había descrito en una conferencia para la Royal Society.
Esto son tres o cuatro detalles que ayudarán en tu diseño de una obra o cámara frigorífica, pero hay mucho más de lo que hablar.
En Càrdinal Tènics tenemos una muy amplia experiencia en el diseño de estas instalaciones frigoríficas y podemos ofrecer soluciones, asesoramiento y acompañamiento en el desarrollo de proyectos frigoríficos.
Externaliza la delineación de tu proyecto con Càrdinal Tècnics, ¡y no te quedarás frío!