El agua es uno de los recursos naturales más valiosos del planeta y es esencial para la vida de los seres humanos y los ecosistemas. Sin embargo, la disponibilidad y calidad del agua están siendo cada vez más amenazadas por una serie de factores.
Uno de los mayores problemas es la escasez de agua. Según la Organización de las Naciones Unidas, alrededor de 2.200 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a agua potable y se espera que esta cifra aumente en las próximas décadas debido al crecimiento demográfico y al cambio climático. Además, muchas regiones del mundo, especialmente en países en desarrollo, sufren de sequías periódicas y la falta de acceso a agua suficiente para la agricultura y otros usos.
No solo se trata de una cuestión de cantidad, sino también de calidad. Incluso en las regiones donde hay suficiente agua disponible, puede ser difícil obtener agua potable y segura debido a la contaminación y la falta de infraestructura de tratamiento y distribución de agua. La escasez de agua y la falta de acceso a agua potable pueden tener graves consecuencias para la salud humana. Por ejemplo, la falta de acceso a agua potable puede provocar enfermedades transmitidas por el agua como la diarrea, que mata a miles de personas cada año, especialmente a niños en países en desarrollo. Además, la falta de agua para la agricultura y la producción de alimentos puede tener un impacto significativo en la seguridad alimentaria a nivel global.
Otro problema es la contaminación del agua. Las actividades humanas, como la agricultura intensiva, la industria, la minería y el uso de productos químicos, están contaminando los cuerpos de agua con nutrientes, metales pesados, productos químicos tóxicos y otros contaminantes. Es importante destacar que los contaminantes pueden tener efectos a largo plazo en los ecosistemas acuáticos, la salud humana y la economía. La contaminación de cuerpos de agua puede matar a la fauna y flora acuática, reducir la cantidad y calidad de alimentos disponibles, y afectar la calidad del agua potable. Además, la contaminación del agua puede aumentar los costos de tratamiento de agua y reducir la cantidad de agua disponible para los usuarios.
Finalmente, el cambio climático puede tener un impacto significativo en la disponibilidad y calidad del agua. Las temperaturas más cálidas y las sequías prolongadas pueden reducir la cantidad de agua disponible para los seres humanos y la agricultura, mientras que las inundaciones y las tormentas intensas pueden contaminar los cuerpos de agua y dañar la infraestructura de agua. Es importante destacar que estas condiciones climáticas extremas también pueden aumentar la frecuencia y la intensidad de los desastres naturales relacionados con el agua, como las inundaciones y las sequías.
Para abordar estos problemas, se necesitan medidas a nivel local, nacional e internacional. Esto puede incluir la inversión en tecnologías de tratamiento de agua, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la reducción de la contaminación industrial. También se necesitan políticas y estrategias para adaptarse al cambio climático y proteger los ecosistemas acuáticos.
En resumen, la situación actual del agua es compleja y multifacética, y se necesitan medidas a nivel local, nacional e internacional para abordar los desafíos que enfrentamos. Es importante tomar medidas para reducir la contaminación del agua, promover el acceso a agua potable y segura, y adaptarse al cambio climático para garantizar la disponibilidad y calidad del agua para las generaciones futuras.
Desde Càrdinal Tècnics aportamos nuestro granito de arena a la situación trabajando en la adecuación de diferentes ETAP. Un ejemplo de ello es el trabajo que estamos realizando en el control de la producción de obra civil e hidráulica de una ETAP del área metropolitana en la zona del Besòs, la cual necesitaba una rehabilitación urgente. La causa es la amenaza de sequía, que ha desencadenado la necesidad de poder dar mayor servicio de agua de boca, mejorando el filtrado de residuos, a día de hoy inadecuados.
En las imágenes podemos ver los filtros de anillas previos a la ultrafiltración en los que actualmente se está trabajando a contrarreloj.
También, se ha trabajado el filtrado mediante anillos y el ultrafiltrado para que, cuando esta agua, posteriormente pase a ósmosis inversa y una vez esté remineralizada, llegará con una calidad óptima a la red.